Con un equipo especializado en: Medicina Tradicional China, Homeopatía, Psicología, Programación Neurolingüística, Constelaciones familiares y diferentes abordajes de trabajo corporal, tenemos un objetivo: recuperar el bienestar físico, psíquico, social y espiritual en la persona, lo que la OMS entiende como salud.
Entendiendo la Salud como una balanza en continuo movimiento, intervenimos ahí donde hay indicios de estímulos internos o externos desequilibrando esa balanza, produciendo síntomas, malestares, enfermedades orgánicas, depresiones, falta de fuerza, desesperanza, etc.
Basándonos en enfoques milenarios estimulamos los mecanismos de autocuración del ser humano, teniendo en cuenta la totalidad del ser: mente-cuerpo-alma-espíritu, adhiriendo así a la medicina de las emociones.
¿Qué nos hace estar mal?
Hay muchas respuestas comunes: el tipo de vida que llevamos, las tensiones laborales, las exigencias, los conflictos de la infancia, la soledad, la dificultad de armar pareja, de confiar en los otros, padecer tal o cual enfermedad, tener dolores corporales, angustia, depresión, obsesiones, la forma de pensar, los sentimientos negativos, etc. Quizá se puede resumir en “el conflicto entre lo que pensamos y lo que sentimos”.
Ahora bien, ¿cómo surge este conflicto?
Los seres humanos tenemos en el interior de nuestro cerebro otro cerebro, el emocional. Este cuenta con una construcción, con una organización celular e incluso con propiedades bioquímicas diferentes al resto de la parte más evolucionada o externa del cerebro, que solo tenemos los humanos y que es sede del pensamiento y el lenguaje.
La vida psíquica es el resultado de un esfuerzo permanente de unión entre estos dos cerebros. Por un lado el cognitivo, conciencia racional y volcado al mundo externo: el cerebro racional, y por otro, un cerebro emocional inconsciente preocupado fundamentalmente por la supervivencia y conectado al cuerpo.
Darwin plantea que las especies evolucionan por la suma de estructuras y funciones nuevas. Siguiendo a Darwin nos explicamos como el cerebro humano incluye dos grandes partes: en el centro del cerebro, en lo más profundo se encuentra el cerebro antiguo que compartimos con todos los mamíferos y en parte con los reptiles. Es la primera capa dispuesta para la evolución.
P. Broca, neurólogo francés del siglo XIX, fue el primero en describirlo y le dio el nombre de cerebro límbico. Después de millones de años de evolución se forma alrededor del límbico un cerebro nuevo, el neocórtex que significa corteza nueva o envoltorio nuevo.
S. Freud, el creador del psicoanálisis, define la existencia de una parte de la vida psíquica que denominó “inconsciente”. El Inconsciente escapa a la razón.
(continúa en próxima entrada)
Alejandra Moran, Naturópata
Cristina López de Delfino, Psicologa
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